Matt McKendree

Nací en 1979 y nací espiritualmente en el 2000. Me crié como un mormón no religioso, me metí en su doctrina de las buenas obras; pero supe que nunca podría ser tan bueno. Entre los 11 y 18 años, perdí mi inocencia metiéndome en las drogas, en el alcohol, y todo lo que el mundo podría ofrecer.

Un día, un joven llamado Darrell Marshall me preguntó si sabía que Jesús era Dios. Pensé que si alguien fuese Dios, Jesús sería él, pero no estaba seguro. Durante ese año, por mi amistad con Darrell, y estudiando la Biblia por mí mismo, pude ver que los mormones mentían, y que solamente la Biblia era la verdad, y que sólo por Jesucristo y Su sangre derramada en la Cruz yo podría ir al Cielo. Me arrodillé con un folleto de los libros de Juan y Romanos que Darrell me había dado. A la media noche, clamé a Dios, confesé mis pecados, me arrepentí, y le pedí a Dios que me salvara de mis pecados, mi orgullo, y una eternidad en el Lago de Fuego. Había estado llorando de dolor, pero cuando me levanté, mis lágrimas fueron de alegría, pues me había salvado.

En el 2002, Pastor Joe Kotvas del Ministerio para los sordos Efata visitó a mi iglesia en Leesburg, Georgia. No recuerdo mucho de lo que el Hno. Kotvas había predicado, pero mientras él presentaba la obra de Efata, mi corazón fue movido para los sordos. Desde que me había salvado, Dios había estado tratando conmigo acerca de hacer algo para él en algún lugar del mundo. En ese momento, supe que Dios quiso que yo tomara un paso de fe yendo a confirmar Su voluntad a Perú.

Después de la reunión, le pregunté al Hno. Kotvas si él necesitaba ayuda. Él dijo: “Claro que sí, siempre, pero no tenemos prisa. Ven y visítanos por una semana y ora que Dios te guíe a hacer Su voluntad”. Después de ayunar y orar por una semana, le dije a mi Pastor que estaba seguro que debía ir a Perú, pero no sabía cómo. Mi Pastor me sugirió que vaya por una semana con el grupo de la construcción de nuestra iglesia a Perú. Cuando llegamos a Perú en el 2002 con el grupo de construcción, determiné quedarme allí. El pastor Kotvas me dijo: “No. Ve a tu casa por ahora, entonces y regresa por tres meses”. Así que, desde mayo a julio del 2003, trabajé en Efata.

Ministerios para Sordos Efata está formada por una Iglesia Bautista para Sordos con un ministerio de oyentes, un colegio cristiano para Sordos, y un hogar para niños Sordos. Durante esos tres meses, el Señor me guió a buscar consejo, a estar abierto a cualquier cosa que Dios quisiera para mí, y predicar a Cristo a los sordos en Perú. El pastor Kotvas me aconsejó ir al Seminario Bautista de Oklahoma, para “pulir mi carácter”.

En julio del 2006, el Señor me permitió conocer a Sarah. Me gradué del seminario en mayo del 2007. Nos casamos el 10 de agosto del mismo año. El Señor hizo un trabajo maravilloso al juntarnos con el mismo amor para misiones y el mismo corazón para los sordos.

En enero del 2008, Sara y yo pudimos viajar a Perú. Durante ese tiempo, Dios aclaró Su propósito para nuestras vidas en Efata. Ahora tendremos la oportunidad no sólo de trabajar en Efata con los sordos, sino también de capacitar a pastores nacionales y ayudar a establecer iglesias y ministerios para sordos por todo el Perú y Dios mediante, en otros países de Sudamérica.